Si España es uno de los países más visitados del mundo es, entre otras muchas razones, por nuestras maravillosas costas. A veces nos olvidamos de la suerte que tenemos y suspiramos por estar en calas recónditas y lejanas del sudeste asiático, olvidando que tenemos playas exóticas sin salir de nuestras fronteras. Uno de nuestros ejemplos favoritos es la playa de Berellín. Está en Cantabria, pero podría pasar por Tailandia.

La costa de Cantabria está de moda y cuando llega el buen tiempo se pone hasta la bandera. Sin embargo, aún quedan secretos menos concurridos, ocultos entre rocas, acantilados y bosques. Es el caso de la playa de Berellín, también conocida como playa de Barnejo de Prezello.
Esta calita de arena fina es un arenal de apenas 40 metros de largo, pero cuando baja la marea ocurre la magia. En pleamar, la playa de Berellín se amplía con bancos de arena ocultos entre las paredes kársticas de los acantilados que la rodean, apareciendo playas diminutas muy diferentes a las que solemos ver en el Cantábrico. Ojo, cuando suba la marea volverán a quedar bajo el mar.

Si te gusta la playa clásica, puedes irte a Noja. Pero si buscas algo más íntimo, salvaje y exótico, la playa de Berellín en Val de San Vicente es el place to be. Parece remota y de difícil acceso, pero tiene un parking a 300 metros por solo 3 euros, que te soluciona todo el día. Sentirás que estás en mitad del Pacífico sin salir de España.
Fotos | Hotel Valle de Arco, Cantabria Rural.
En Trendencias | Las 35 escapadas románticas por España para hacer en pareja en las que quizá no habías pensado.
Ver 0 comentarios