María Yuste
Editor SeniorNo importa la cantidad de veces que hayas visto 'Aquí no hay quien viva'. Incluso si llegas al punto de saberte diálogos de memoria más allá de los icónicos "¡Qué mona va esta chica siempre!" y "Las caras, Juan, las caras"... Hay una curiosidad que poca gente sabe y que se solapa con uno de los casos sin resolver más sonados de la crónica negra española.
Todo sucede en el episodio número 33 de la tercera temporada de 'Aquí no hay quien viva', emitido por primera vez en televisión el 29 de junio de 2005. Llamado 'Érase unas vacaciones', la trama llevaba a la comunidad de vecinos de la calle Desengaño hasta un complejo de bungalows que Rafael había comprado en Benidorm. Su idea era derruir el lugar para construir un gran hotel pero antes los vecinos pudieron disfrutar de unas vacaciones gratis.
Hasta aquí todo normal. O, al menos, para quien no se fijara en algunas de las localizaciones en las que se había rodado este episodio. Resulta que, en reposiciones posteriores, algunos televidentes versados también en true crime se dieron cuenta de que era el mismo lugar donde, en 1992, desapareció Gloria Martínez. Es fácilmente reconocible por el peculiar tobogán de caracol, de color azul, que tiene el complejo en medio de su gran piscina y cuya imagen aparece en todos los artículos y documentales que hablan del caso.
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El caso ha sido objeto de diversas investigaciones y teorías a lo largo de los años, pero es especialmente conocido porque podría ser el argumento de una película de terror. La joven de 17 años había ingresado en la residencia de reposo privada Torres de San Luis, en Alfaz del Pi, equipada con piscina, jardín, un bosque e instalaciones deportivas. En su perímetro amurallado fue donde desapareció sin dejar rastro y trece años después se grabaría este episodio de 'Aquí no hay quien viva'.
Se desconoce si el equipo de producción era consciente de la historia que tenía el lugar, pero se trata de una de las desapariciones más extrañas sucedidas en España en las últimas décadas. La versión del personal de psiquiátrico es que Gloria saltó por la ventana para evitar ser sedada y echó a correr descalza y sin gafas en una noche de luna nueva. Son embargo, nunca se ha podido demostrar qué fue lo que realmente sucedió. En la actualidad, el lugar se ha reconvertido en un geriátrico.
Foto de portada | Torres de San Luis
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