Caroline Paul, autora del libro 'Tough Broad', hacía surf a los 55 años. Y mientras disfrutaba de las olas del océano junto a muchos hombres de su quinta, apenas veía a mujeres practicando este deporte. Eso le llevó a preguntarse que dónde se metían las mujeres de su edad.
Esa pregunta no se quedó sin respuesta, ya que Caroline se puso a buscar a las mujeres aventureras que desafían a la edad para cumplir sus sueños y seguir disfrutando al máximo de la vida.
Y no solo las buscó y encontró, sino que también las incluyó en un libro, "Cómo la aventura al aire libre mejora nuestra vida a medida que envejecemos". Esa búsqueda le llevó a conocer a una buceadora de 80 años en el Pacífico, o a caminar junto a una mochilera de 93 años por un parque natural. También entrevistó a una mujer que aprendió a nadar a los 68 años.
De forma paralela, se aproximó a los estudios más actuales sobre envejecimiento. Y entre lo que leyó e investigó, y su propia experiencia junto a esas mujeres aventureras, llegó a la conclusión de que vivir aventuras al aire libre es lo mejor que las mujeres pueden hacer para asegurar ser más felices, más saludables y más plenas conforme cumplen años.
Envejecer no es motivo para que las mujeres se subestimen
Para elaborar ese libro emprendió así una búsqueda para comprender no solo cómo vivir una vida dinámica en un cuerpo cambiante, sino por qué debemos hacerlo. Y al final, 'Tough Broad' se ha convertido en un llamamiento para que las mujeres de 50, 60, 70 o de la edad que se empoderen y abracen la vida al aire libre.
Durante el proceso de crear el libro, Caroline Paul aprendió varias claves que pueden inspirar a cualquier mujer. Para empezar, la mentalidad es importante para envejecer bien. Según esta escritora, ante la avalancha de mensajes tóxicos sobre el envejecimiento de las mujeres, como sociedad tenemos una visión negativa de este hecho, por lo que tenemos más probabilidades de sufrir un infarto o un deterioro cognitivo.
Los cinco consejos de Caroline Paul para envejecer de forma saludable
Para la autora, si tenemos una visión positiva de esta etapa de la vida y la tomamos como una época de exploración y regocijo, las mujeres pueden ser más feliz, estar más sanas y vivir más años. Esta idea la confirma la ciencia con estudios como el que se realizó en 2022 con 14.000 adultos mayores de 50 años. En dicha investigación se reveló que los que tenían una actitud más positiva ante el envejecimiento, presentaban un riesgo un 43% menor de morir por cualquier causa en los cuatro años siguientes que los que tenían una actitud menos positiva ante el envejecimiento.
Para tener esa mentalidad positiva, la autora tiene otra clave: disfrutar de aventuras al aire libre. Durante la elaboración de su libro conoció a muchas mujeres a las que el deporte y el contacto con la naturaleza les había cambiando la vida. Conoció desde cazadoras de olas de 60,70 y 80 años que practicaban bodyboard en San Diego (Estados Unidos) hasta mujeres que se dedicaban a observar pájaros en el medio natural. Y ninguna se veía a sí misma como una mujer frágil, aburrida o con problemas cognitivos.
Disfrutar de esas aventuras al aire libre pueden conducirnos a otro motivo que hará que nuestra mente se mantenga más joven: la capacidad de seguir asombrándonos, algo importante a nivel biológico. Si no salimos de nuestra casa, la capacidad de asombro es bastante limitada. Pero si somos capaces de subir a la cima de una montaña, admirar la belleza de una flor silvestre que nos encontramos en una pradera o en un parque, o visitar un sitio que nos hace sentirnos pequeños por la belleza o el tamaño, puede provocarnos lo que los expertos llaman un "botón de reinicio" para el cerebro. Este botón es capaz de sacudir nuestros patrones neuronales, permitiendo que estemos más abiertos a nuevas ideas y pensar de una forma más creativa.
Además, la escritora señala que estar en contacto con la naturaleza es beneficioso para nuestra salud. Hay estudios que han demostrado que los árboles liberan unas sustancias químicas llamadas fitoncidas que son beneficiosas para el sistema inmunitario. También se ha demostrado que los fractales (patrones complejos que se encuentran en naturaleza, desde las nubes que flotan en el cielo hasta las olas del mar o las ramificaciones de un helecho del bosque) pueden ayudar a relajar el cerebro.
Para concluir, la autora recomienda no dejar nunca de aprender cosas nuevas. Aunque todos oímos muchas veces que alguien es demasiado viejo para aprender, lo cierto es que para mantener nuestro cerebro sano y activo y evitar el deterioro cognitivo, aprender es fundamental. Según Caroline, durante el proceso de creación del libro descubrió que era capaz de aprende más que antes, ya que ahora estaba más concentrada, no tenía la necesidad de ponerse a prueba así misma y podía hacer preguntas sin la angustia juvenil de parecer tonta que todos hemos sentido en algún momento.
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